Síguenos:
Facebook
Twitter
YouTube

Volver a la armonía

Volver a la armonía

La más grave equivocación del siglo XX ha sido pensar que primero hay que «HACER» para luego «TENER» y así poder «SER». Orden que, si lo piensas un poco, discurre en sentido contrario. Antes de TENER hay que experimentar el SER, para así luego poder HACER con la intención idónea y obtener los frutos adecuados. Dicho de otro modo, cuando fortalecemos el SER, el HACER se da de manera natural, fácil, sin esfuerzo. Hoy más que nunca, los seres humanos hemos de estar alerta y cuidarnos. No somos robots, no podemos dejar que nuestra esencia se pierda, ni se automatice. La mecanización no es humana ni da felicidad. Hemos de recuperar el «SER» y el «ESTAR» para poder volver a caminar a una marcha reposada y paciente. Hacer las cosas con plena consciencia. Disfrutar cada momento (oler una fruta, masticar un bocado, escuchar un piar, contemplar un paisaje, acariciar una cara, saborear un beso…).

Seguir leyendo

La sociedad del cansancio

La sociedad del cansancio

El filósofo coreano Byung-Chul Han, en su libro “La sociedad del cansancio” explica cómo el agotamiento, la fatiga, la sensación de asfixia son manifestaciones que se infiltran por todas partes en una sociedad permisiva y pacífica, en la que el sujeto de rendimiento se encuentra en guerra contra sí, libre de un dominio externo que lo obligue a trabajar o lo explote, sometido sólo a sí mismo: se ha abandonado a la libertad obligada o la libre obligación de maximizar su rendimiento. El exceso de trabajo se agudiza y se convierte en auto-explotación.

Seguir leyendo

Vivir el Ahora

Vivir el Ahora

“Quejarse es estúpido. Actúa u olvídate. Pensar que la vida va a ser mejor en el futuro es estúpido. Tienes que vivir el ahora.” Stephan Sagmeister.

Hoy el ser humano parece estar dispuesto a cualquier cosa con tal de no vivir el presente, ya lo decía Gustave Flaubert “El futuro nos tortura y el pasado nos encadena. He ahí por qué se nos escapa el presente”.

Yo creo, sin embargo, que el pasado ha huido, lo que esperas está ausente, y el presente es lo único que puede ser tuyo, si te propones de verdad vivirlo. Los niños lo tienen claro, y así lo viven, por eso disfrutan cada momento, en cambio a los adultos, parece que esto se nos ha olvidado.

Seguir leyendo

SUSCRÍBETE AL BOLETÍN DE NOTICIAS