Disfrutar la vida
Esforzarse por ser eternamente felices, es una mera ilusión de permanencia. El tiempo lo hemos de dedicar a abrirnos a lo que tenemos delante, a curiosear, a dejarnos sorprender, a estar despiertos para saborear las sutilizas de las sensaciones, los sentimientos y los diferentes decorados que día a día la existencia nos quiere mostrar: el color, el sonido, la temperatura, la comprensión de la vida, tal como es -no como era, no como podría haber sido, no como quisiéramos que fuese – ¿Qué tal si pensamos cómo podemos CONTRIBUIR a hacer de nuestra vida una vivencia de mayor plenitud?